Durante este mes de la Auxiliadora fuimos pensando, rezando y celebrando la presencia de la Auxiliadora en los chicas y chicas, en las familias, en los docentes del IDB.
A lo largo de este mes pudimos celebrar… su presencia de MADRE entre nosotros. Reconocimos a María Auxiliadora presente entre nosotros para cuidarnos, protegernos, cobijarnos. A María la llamamos °mamá° y como lo hacemos con las mamás… nos abandonamos en sus brazos y sentimos su presencia. Tenemos la certeza que la Auxiliadora es la “Mamá de los tiempos difíciles”, vamos a ella en busca de abrazos cálidos, de contención, de amor, cuando las cosas de la vida se nos complican un poco.
Hoy la Auxiliadora, la virgen de los tiempos difíciles, aquella que supo estar cerca de Don Bosco en contextos de conflicto e inestabilidad propio de su época, también se hace presente, cuidándonos, arropándonos, abrazándonos, acompañándonos, dándonos esperanza y coraje.
Vamos con María confiados en que ella recorre y atraviesa este tiempo junto a nosotros. Juntos porque sabemos con certeza que solo no nos salvamos, que el encuentro con el otro nos transforma.
María nos enseña a amar con ternura, una ternura que invita a que nuestros encuentros sean plenos y llenos de vida.